El dolor crónico está presente en el día a día de millones de personas que padecen dolores derivados de alguna enfermedad o afección que no resulta fácil de superar. El dolor crónico puede alterar la vida de estas personas y condicionar su vida laboral, social y familiar. Vamos a ver qué se considera dolor crónico y qué posibles tratamientos existen para combatirlo.
Cuándo se considera dolor crónico
El dolor crónico, según la Organización Mundial de la Salud se clasifica en los siguientes tipos:
- Dolor crónico primario
- Dolor crónico por cáncer
- Dolor postquirúrgico postraumático
- Dolor crónico neuropático
- Dolor orofacial y cefalea
- Dolor visceral crónico
- Dolor musculoesquelético
Para saber si padeces alguno de estos tipos de dolor crónico es esencial acudir a la consulta de un médico. En esa consulta el profesional le consultará sobre sus antecedentes de salud y realizará un análisis sobre el dolor, la ubicación del mismo en tu cuerpo, la intensidad del dolor o con qué frecuencia aparece.
También suele ser común preguntarse qué cosas acentúan el dolor o de qué forma se puede aliviar. Lo habitual es que el médico haga una exploración física y recete una serie de pruebas médicas para ayudarle a determinar el origen y la causa del dolor crónico.
Detrás de la existencia del dolor crónico suelen estar algunas de estas afecciones, ya sea de forma individual o combinada:
- Infecciones
- Dolores de cabeza y migrañas
- Problemas de espada
- Tumores o cáncer
- Artritis
- Fibromialgia
- Daño en los nervios
- Cirugía previa
¿Qué quiere decir tratamiento crónico?
Un tratamiento crónico es un tratamiento que se debe seguir durante un periodo de tiempo muy prolongado. Esto es así porque, de forma general, una enfermedad o dolor crónico dura mucho tiempo y no es algo que desaparezca de forma fácil o rápida. Por tanto, un tratamiento crónico es un tratamiento con perspectivas de seguir siendo necesario en el tiempo.
¿Cómo se quita el dolor crónico?
El dolor crónico no siempre es curable, es más, en muchas ocasiones no es curable y hay que aprender a convivir con ello. Cuando sí lo es, existen numerosos tratamientos que pueden ayudar al paciente a mejorar su día a día reduciendo la intensidad del dolor o la frecuencia con la que aparece. Hablamos de medicinas, pero también de otras soluciones que pueda recomendar el especialista médico que trate tu caso.
Tratamiento dolor crónico
Ahora ya sabes cuándo se considera un dolor crónico y la posible durabilidad de los tratamientos a largo plazo. Si tienes un diagnóstico de dolor crónico, debes estar preparado para que dure semanas, meses e incluso años. Aunque es más frecuente en mujeres, también los hombres se ven afectados por dolores crónicos. Los tratamientos más frecuentes para afrontarlo son los siguientes:
Uso de medicamentos
Para el tratamiento del dolor crónico se utilizan de forma habitual distintos medicamentos. Hablamos de analgésicos, antidepresivos y anticonvulsivos. Los médicos suelen recetar medicamentos de acción prolongada para combatir el dolor constante y normalmente son medicamentos de venta con receta. Algunos de estos medicamentos son opiáceos, que pueden ser muy efectivos si se toman siguiendo las indicaciones.
Terapias
Junto con los medicamentos recetados por los médicos, existen multitud de terapias que pueden ser de gran ayuda para el tratamiento del dolor crónico, como son las siguientes:
- Fisioterapia: estiramiento y fortalecimiento de la musculatura
- Ejercicios de intensidad reducida: puede ser nadar, pasear en bicicleta o caminar dando paseos.
- Terapia ocupacional: en ella los pacientes aprenden a moderar el uso de su energía y a hacer tareas del día a día de forma diferente. El objetivo es reducir y aliviar el dolor, así como evitar que vuelva a sufrir una lesión como la originaria del dolor.
- Terapia conductual: a través de esta metodología las personas con algún dolor crónico aprenden a relajarse y reducir sus niveles de estrés. Incluye algunas muy populares, como son el taichí, el yoga o la meditación.
Estas terapias son de gran ayuda para relajar o mitigar el dolor crónico. Normalmente, se llevan a cabo como complemento de la medicación recetada por el médico y deberían formar parte de la vida diaria de personas con dolor crónico para mejorar su calidad de vida.
Medicina alternativa
Muchas personas con dolor crónico recurren a la medicina alternativa como una forma de complementar sus tratamientos médicos y terapias habituales. Más allá de la atención médica convencional son muchos los pacientes que aseguran mejorar sus niveles de dolor a través de los masajes o de la acupuntura. En casos de dolores crónicos de mayor intensidad, también se puede recurrir a la estimulación eléctrica.
Como se puede apreciar, el dolor crónico no es algo fácil de superar y muchas personas aprenden a sobrevivir con ello gracias a la medicación y a otras soluciones como las terapias. Mantener una actitud resiliente y hacer caso de las recomendaciones médicas resulta esencial.